Atrajo profundamente mi atención la aparición de personajes como Don Quijote, por mencionar un ejemplo, que exhibía en su lenguaje y persona estas características. Cervantes con su creativo concepto utilizaba al humor no como simple burla y más como sabiduría y subversión. 

Paradójicamente, muchos de estos personajes han tenido un destino quijotesco, sucumbiendo a la locura en muchas de sus formas, de ahí la necesidad de distinguir el oro del cobre, la salud de la enfermedad. Visto así, el trabajo pretende aportar conocimiento sobre los aspectos sanos de la vida psíquica con los que hacemos alianza en nuestra labor cotidiana. Recordando que el esfuerzo titánico de sacar del colapso mental a un paciente, es posible si se le toma del brazo bueno (Solís, 1983). 

El humor es una expresión de los mecanismos adaptativos de nivel organización alto, que logra frenar la compulsión a elegir entre el sufrimiento y la negación. Facilita el insight, el crecimiento personal y la tolerancia hacia sentimientos ambivalentes, tiene un papel en la humanización del superyó primitivo y es una de las grandes avenidas por las que se sublima la desilusión y la amargura (Christie 1994, Poland, 1990).