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Techo de cristal: Obstáculos externos e internos en el crecimiento laboral y personal de la mujer
Dra. Martha Sánchez
Psicoanalista Didacta y Doctora en Psicoterapia

Noviembre 24, 2022

Adentrándonos en pleno siglo XXI persiste la problemática de la desigualdad de género reflejada en las dificultades de la mujer para el ascenso a jerarquías en distintos campos laborales.

En este artículo revisamos algunos datos y contribuciones a la expresión “techo de cristal” desde el enfoque psicoanalítico para su mayor comprensión. La dimensión de la subjetividad femenina es un factor que contribuye al esclarecimiento de este fenómeno.

 

El concepto “techo de cristal” fue introducido por primera vez en 1978 por Marilyn Loden, consultora laboral en Estados Unidos; se refiere a los obstáculos, a veces invisibles, que muchas mujeres enfrentan cuando buscan ascender en sus carreras profesionales.

La expresión posteriormente se empleó para referirse a los obstáculos del avance de las minorías ya sean raciales, religiosas, orientación sexual, por nacionalidad, etc. Surgió en el campo de la sociología y se ha enriquecido de varias disciplinas, como el psicoanálisis.

 

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en un estudio realizado en 2020 afirmó que “las normas sociales, las expectativas, los prejuicios, los sesgos de género, el sistema de creencias son los mayores obstáculos para seguir progresando”.

El techo de cristal no solo impide el ascenso en la esfera de lo político, sino también lo económico y lo social; lo que se traduce en una sobre representación de la población femenina en trabajos informales y precarios, así como no remunerados en el hogar. Se requieren cambios en la política, la familia, la escuela, la religión, los medios de comunicación y la cultura para la igualdad de género.

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El techo de cristal desde la perspectiva psicoanalítica

 

En psicoanálisis nos interesa estudiar la doble inscripción del techo de cristal, objetiva y subjetiva a la vez. El techo de cristal se vincula con una cierta concepción de un fracaso anticipado de un hecho que jamás tuvo la oportunidad de suceder: resignación y tristeza cultural de la mujer.

El deseo por lograr un lugar jerárquico directivo en la carrera laboral dentro de las organizaciones implica “desaprender” los roles aprendidos en las etapas tempranas. Se necesitan construir nuevas subjetividades basadas en la libertad individual (Chodorow, 2007).

 

Las prácticas que contribuyen a generar los techos de cristal son a menudo inconscientes, como cuando el trabajo de las mujeres es vigilado mucho más de cerca que el de los hombres (Williams, 2000, en Holmes, 2007). La experiencia del sexismo a lo largo de la vida de una mujer daña sus posibilidades de éxito y se sugiere el psicoanálisis como una forma de procesar las fantasías inconscientes que se encuentran en la base de este daño (Schafer, 1984, en Holmes, 2007).

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Sobre los obstáculos externos e internos en la vida laboral y personal de la mujer

 

De acuerdo con Chodorow (2007), los techos de cristal pueden ser de naturaleza externa o interna. Los externos están relacionados con la discriminación, la exclusión y los estereotipos de género en una determinada cultura; mientras que, los internos o inconscientes, se refieren a la culpa edípica, la angustia por la separación, la pérdida o castración, los que fracasan cuando triunfan, la envidia que invalida o autoinvalida, y los conflictos en torno a la agresión. El techo de cristal interno de una mujer o un hombre es producto de su género y sexualidad subjetivos, así como de todo lo que habita en su mundo interno: afectos, conflictos, defensas y traumas.

Vale la pena una especial atención a los afectos de agresión, envidia y ambición en las mujeres respecto a las cuestiones de separación o a sentir que la propia agresividad o envidia puede desplazar y matar lo que dificulta a las realizaciones de placer desprovistas de autocastigo.

Según Holmes (2007), las mujeres internalizan el sexismo en el que se espera no hagan uso de su agresividad por lo que las posibilidades de acción de las mujeres en la persecución de sus metas sufrirá más o menos perturbaciones, de mayor o menor gravedad en función de las circunstancias de su desarrollo en particular.

Siguiendo la línea de estudios de desarrollo infantil (Parens, 1991, referido por Holmes, 2007 y Tasini, 2007), la agresividad observada en niños tiene dos componentes: una agresividad no destructiva, la cual alimenta la autodeterminación y las conductas enfocadas a la consecución de objetivos, y la agresividad hostil y destructiva, que genera furia y hostilidad. Para el éxito profesional se requiere de una separación entre la competitividad enfocada al éxito y la competitividad destructiva, primitiva y por ello prohibida. Cuando a la niña no se le permite ejercer su agresividad no hostil, primeras expresiones de ambición, ésta puede tornarse en una agresividad hostil que luego podrá vivir con culpa, dando lugar a la inhibición. La chica ambiciosa enfrenta el desafío de aprender a reconocer, aceptar y utilizar en forma adaptativa su propia agresividad innata no hostil para alcanzar sus metas.

El camino hacia la igualdad de género implica un reto a la construcción social y cultural en las mujeres y minorías, así como el proceso de elaboración de las barreras internas particulares, oportunidad que brinda la experiencia psicoanalítica.

Referencias

Chodorow, N. (2007) Techo de cristal, pisos pegajosos y muros de hormigón: barreras internas y externas para el trabajo y la realización de la mujer. En Alizade, M. y Seelig, B. Compiladoras. El techo de cristal. Perspectivas psicoanalíticas sobre las mujeres y el poder. Argentina: Editorial Lumen.

Holmes, D. (2007) “Techos de cristal” sus orígenes manifestaciones dinámicas y consecuencias en las mujeres. En Alizade, M y Seelig, B. El techo de cristal.

Perspectivas psicoanalíticas sobre las mujeres y el poder. Argentina: Editorial Lumen.

Tasini, M. (2007) Techo de cristal interno. En Alizade, M y Seelig, B. El techo de cristal. Perspectivas psicoanalíticas sobre las mujeres y el poder. Argentina: Editorial Lumen.

Dra. Martha Sánchez

Es Doctora en Psicoterapia por la Asociación Psicoanalítica Mexicana A.C.; Psicoanalista Didacta de la Asociación Psicoanalítica Internacional; Ex Presidenta del Centro de Educación e Investigación de Psicoanálisis de Monterrey, A.C.; Ex Directora Académica y de la Clínica del Instituto de Psicoanálisis del CEIP; Ex Directora Académica del Instituto y de la Clínica de Psicoterapia de Monterrey; Profesora y Supervisora invitada de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Nuevo León y del Instituto de Psicoterapia de Monterrey. Consulta Privada desde 1988 en Monterrey, Nuevo León, México.

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